En Guatemala, la motocicleta ha demostrado ser el vehículo más práctico para la movilidad tanto dentro de las ciudades como en rutas extraurbanas; por lo tanto, procurar cuidados preventivos y de mantenimiento es crucial para su funcionamiento óptimo.
Debido a su tamaño compacto y componentes más delicados, las motocicletas tienden a desgastarse y desajustarse con mayor rapidez que los automóviles, lo que requiere un mantenimiento periódico más frecuente. Sin embargo, el primer paso para un cuidado ideal de las motocicletas es la limpieza, ya que esta práctica evita daños a largo plazo que pueden afectar su funcionalidad.
“Hay que entender que las motocicletas, al igual que cualquier otro vehículo, necesitan atención constante para asegurar un desempeño óptimo y seguro. No se debe subestimar la importancia de los mantenimientos regulares“, enfatiza Héctor Arbizu, Gerente de Servicio Post Venta de Honda.
El uso constante de las motocicletas hace que se acumule tierra en las barras, en la cadena o, en algunos casos, en el radiador. Además, la constante exposición al sol, al polvo, al humo de los vehículos y a las impurezas del medio ambiente deterioran a paso lento partes de la motocicleta hechas tanto de metal como de plástico y hule, abriendo paso a la generación de óxido en las piezas y daños permanentes.
Por lo tanto, una limpieza periódica y cuidadosa con agua, jabón líquido para motos, cepillos, toallas de microfibra, silicón para partes plásticas, pasta de lustrar para partes metálicas, desengrasante de motor e incluso con aire a presión garantizará la vida útil de la motocicleta por mucho más tiempo.
“Todos los motociclistas llevan consigo una gran responsabilidad al conducirse por las calles en un vehículo tan versátil como estos. Por lo tanto, es importante que, además de siempre ser responsables al volante, no se olviden de realizar los mantenimientos periódicos necesarios que cada fabricante indica”, menciona Cesar Amézquita, gerente general de ASIM.
Las recomendaciones de revisiones regulares posterior a la limpieza de las motocicletas incluyen la verificación del buen estado de los frenos delantero y trasero, revisando que no se escuchen chirridos y que las pastillas estén en óptimas condiciones; la presión y el estado de las llantas, así como de la cadena de tracción y ruedas dentadas delantera y trasera. Además, es importante revisar los niveles de fluidos, así como las luces delanteras, los pide vías, la luz de freno y la calibración adecuada de espejos retrovisores.
Por su parte, Gustavo Gonzalez, gerente de taller QuickMoto de VRC, recuerda a los motociclistas que, a cada 2,000 a 3,000 kilómetros de recorrido, es indispensable realizar servicios periódicos e intercalar un servicio mayor y uno menor para garantizar un mejor mantenimiento a los motores.
Estos servicios pueden realizarse en casa, siempre y cuando se cuente con la información y las herramientas adecuadas. Para cambiar el aceite de la motocicleta, es importante que esta esté fría. Luego, se coloca en posición horizontal y se retira el tornillo inferior del motor para drenar el aceite usado en un recipiente. Posteriormente, se quita el medidor de aceite en el lateral del motor para agregar aceite nuevo.
“El conocimiento y la práctica son fundamentales para mantener una motocicleta en excelentes condiciones. Además de los servicios profesionales, animamos a los motociclistas a aprender los aspectos básicos del mantenimiento para un cuidado continuo de su vehículo”. exhorta Carlos Villeda, capacitador de Suzuki. El cuidado adecuado de una motocicleta no solo garantiza su rendimiento óptimo y prolonga su vida útil, sino que también contribuye significativamente a la seguridad del conductor y los pasajeros en las carreteras de Guatemala.